Y si sonreímos en la desgracia, si la dignidad de nuestra sonrisa permanece viva, seguiremos siendo eternos... en esa memoria colectiva, la trascendencia; en esa dignidad enrabiada, la única posibilidad de liberarnos.


Que no torturen a los que bailan

Que no silencien a los que sonríen

Que no se haga palabra mientras las tripas se comen la realidad


Que no se obligue a los que escriben

Que no se escriba a los que se fueron

Que no se siga invitando a los que, educadamente, nos rechazaron


Que no se estudie lo que es puro

Que no se purifique lo rebelde

Que no se le regale paz a los que queremos guerra


Que no se simplifique lo complejo

Que no se disfrace lo que es horrible

Que no hayan tanta vieja cuica en el auto del marido


Que seamos libres

Que seamos uno

Que seamos siendo seres vivos


No cemento

Ni madera

Ni ser-veza

Seres vivos


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