Agosto
Seguro no escribimos historias largas porque es más difícil. Es como poner la música en el fondo, esperarla sentado, después babosear la melodía haciéndonos los duchos, aún cuando sabemos que no es sino más de lo mismo… Montié dijo eso sin dejar de revolver el café y caminó hacia el comedor mientras Lole lo seguía. Aún cuando estaba de espaldas a ella, sentía sus ojos enfurecidos atravesándole el dorso; presintió su dolor aunque ella no quisiera; la veía absorta en su indeterminación, asqueada del nihilismo de él. Tú te escondes porque sin ninguna duda - dijo Lole- le temes a aquello que viene con el tiempo. Eres como una montaña encogida, jorobada por el esfuerzo; un petit géant, una gema enlodada, ¿Te sientes a salvo bajo aquella máscara ajada? Pues no lo sientas, no te acomodes, aquellos diabólicos infortunios, esos momentos fantasmales, te dejan al descubierto. Lo alegórico nunca se salva, Montié… Cortó la frase a la mitad, él dejó el café sobre la mesa, una risita irónica y tres p...