Tengo miedo torero.
Tengo miedo torero De que el borde de la tarde, el temido grito flote, Pero cuando torero Jugueteas con la muerte yo me olvido de mi miedo” Es tan cliché que un torero te pueda parecer sexy (como la canción de Chayanne). Pero bueno, todo en La Loca del frente es cliché. La decoración de su casa, su bata nipona, sus manteles bordados, el hecho que se enamore de un guerrillero. Y es cliché que, inevitablemente, uno se enamore de ella. Lemebel crea un retrato folclórico de esta mujer que se describe a sí misma como “La loca del frente” y que se adjudica neologismos como “mariflor” “maricoipa” para expresar su identidad prestada de mujer-hombre. Es un alma solitaria que pasa las tardes soñando con un amor imposible, aislada del mundo. No es que odie la sociedad, pareciera que la sociedad la odia a ella. Mujer transgénero, pobre. Marginal. Las pocas horas de placer que ha tenido, las encuentra en callejones oscuros comprando miseria a otros hombres que viven su sexualidad tan solos como ...